CARAL

CARAL

Viernes 28 de octubre

Salimos de Lima rumbo  a las ruinas de Caral, llegamos después del mediodía. El lugar resultó prolijo, muy bien cuidado y super interesante.

Esta ciudad es la más antigua de toda América, descubierta hace 17 años es hoy patrimonio de la humanidad, declarada por la Unesco, es la segunda civilización más antigua del mundo, detrás de la Mesopotamia del Eufrates y el Tigris. Se pudo establecer que tiene una antigüedad de 5000 años.  Está compuesta de tres pirámides o templos y algunas casas alrededor .

Las ruinas estuvieron durante milenios tapadas por la arena, como ya les contáramos seguimos transitando por el desierto, solo cortado por los valles. Estas ruinas precisamente están sobre el valle del río Supe. Este río aparece y desaparece sin llevar un ritmo de tiempos, no tiene hora ni día ni estación.

La ciudad de Caral era la capital de una región de ya más de 22 ruinas de ciudades que diseminadas a lo largo del valle de Supe se fueron descubriendo. La persona que dirige el programa de recupero es una Doctora docente de la Universidad de San Marcos que fueron los primeros  sostenedores del proyecto.

En la actualidad las ruinas son cuidadas por un grupo de arqueólogos y de habitantes del valle que forman el PEACS,  grupo de gestión que lleva adelante todo lo referido a las ruinas y su investigación. También siguen con las excavaciones en todo el valle.

Nos guió uno de ellos, nos enteramos que justamente ese día  se cumplían 17 años del descubrimiento así que había varios acontecimientos conmemorativos, entre ellos esa misma noche había una rogativa aborigen de la que participaba todo el pueblo y los investigadores.

Decidimos quedarnos a vivir la experiencia y fue fantástica,  se inició a las 8 de la noche con una procesión que partió desde la base recorriendo todas las pirámides que estaban iluminadas por reflectores y por un camino marcado con velas encendidas, hasta un lugar sobre la montaña donde se armó una especie de anfiteatro con arena y totoras.

Se hizo una representación de los oficios religiosos de los carales, cuyo señor o amo presidía y recibía la visita de los señores de las otras ciudades, todos con ofrendas al dios fuego, que por otro lado estaba presente en el centro del lugar en una enorme fogata que duró toda la noche.

Sobre la ladera de otra montaña con fuego se había encendido el signo de la espiral que representa a Caral.

Después el chamán hizo un pequeño discurso donde habló de la pachamama, de sus riquezas y bendiciones, se hicieron ofrendas al fuego, se bailó alrededor al ritmo de la música andina, a cargo de un grupo de aborígenes, Estuvo muy místico, en el medio de la noche resultó pacificador y emotivo. Nos sentimos felices de haber participado de esta ceremonia,