ISLA DE LOS UROS

ISLA DE LOS UROS

Lunes 10 de octubre

A las 9 de la mañana nos pasaron a buscar por el hotel y nos llevaron hasta el muelle, en donde nos embarcamos en una lancha grande con varios pasajeros más con destino a las islas de los Uros.

Este lugar único, hoy aprovechado por sus habitantes para generar ingresos a través de la curiosidad de los turistas por su forma de vida, es un conjunto de 66 islas de juncos o totoras, que se han organizado como una especie de comuna, donde se comparten los ingresos que se producen con el cobro de una entrada a la “ciudad flotante”

Tienen 3000 habitantes, una isla que hace las veces de municipalidad, donde hay una escuela, una iglesia adventista y un mini hospital, un pequeño almacencito y un restaurant.

El resto de las islas está habitada por familias 3 o 4 por islas, todos parientes, que tienen un presidente cada 6 meses, puesto éste que se va rotando entre los habitantes de cada isla. Los trabajos son comunitarios todos los hombres pescan, mantienen los barcos, mantienen el piso de la isla, el que tienen que ir cubriendo de totora a medida que la de más abajo se va pudriendo para evitar que se hunda. Las mujeres cocinan, tejen , se ocupan de sus niños. No tienen más de 2 o 3 hijos por familia.

En realidad hoy día no quedan uros puros, la última mujer murió hace pocos años, los habitantes de las islas son mezclados uros, collas y aymaras.

Nosotros visitamos una isla cuyo presidente es Joel,  el guía no hizo bajar y sentarnos en una especie de banca también de totora, es muy extraño caminar sobre un piso que se mueve continuamente, allí con un dibujo de las islas nos dio una charla acerca de como los uros decidieron habitar de esa manera, debido a que fueron perseguidos por otros aborígenes y lograron permanecer alejados de los peligros flotando en el lago.

Joel nos hizo una demostración práctica de como se junta la totora, se arma el piso de la isla, se ancla la isla al fondo y de las distintas formas de construcción de las viviendas, las de los más antiguos eran cónicas, y las actuales son con techos a dos aguas. Su dieta es a base de pescado disecado, de algunas aves que cazan, de tallos de totora que los niños comen como golosinas y según explicaron tiene muchos nutrientes y también en la actualidad hacen intercambio de pescado por maíz y papas en los mercados de Puno.

Algunas islas tienen pantallas solares para generar energía, este fue un regalo de Fujimori luego de haber pasado una noche en una de las islas.

Finalmente las mujeres de la isla hicieron una teatralización de un trueque de productos y expusieron sus trabajos obviamente para la venta. Nos prestaron sus vestimentas para sacarnos unas fotos  y los hombre más jóvenes nos llevaron en una de sus típicas embarcaciones hasta la isla municipio donde nos recogíó nuevamente la lancha para volver a puerto.

Nos gustó mucho la visita, a pesar de que varias personas critican el hecho de que lucren con su forma de vida a nosotros nos parece bárbaro que si es una decisión de ellos de hacerla pública y sacarle a ello una ganancia, que lo hagan, ya demasiado dura es la vida que llevan ¡!!!

Cabe aclarar que solo el 70% de los isleños abren sus puertas al turismo, el resto sigue viviendo en aislamiento para el extranjero.

Kamizaraqui ¡!!!!!