Hostal Victoria
Entrada desde el puerto
Centro
Punta Arenas
Después de unos días de silencio cibernético obligatorio , por haber estado gracias a Dios en absoluto contacto con naturaleza, nos reencontramos para seguir contàndoles del viaje.
09/02
Ni bien llegamos a Punta Arenas nos sorprendimos por encontrarnos con una gran ciudad, con algo de 150.000 habitantes, más grande que Puerto Madryn, pero con pocos o casi ningùn edificio alto.
Dos cosas importantìsimas para destacar de las ciudades en Chile, el trànsito ordenado, los conductores dejando paso a los peatones, sin ruidos de bocinas, y todo el mundo respetando las normas.
A pesar de ser una ciudad con mucho movimiento turìstico, estaba amarrado en el puerto el Infinity, crucero conocido por los madrynenses, no notamos desorden ni bullicio en las calles.
Como primer destino nos fuimos a buscar la oficina de turismo para ubicarnos esa noche, el empleado que nos atendiò con mucha amabilidad nos explicò que no hay campings en la ciudad, entonces preguntamos si podìamos parar nuestra casita en algùn lado sin cometer infracciòn , y nos enviò a un lugar que habitualmente los mochileros que pasan por allì utilizan de camping.
Provistos de mapas, puntos de interès, e información nos fuimos, guiados por Lola, personaje del que todavía no les hemos hablado, en busca del “camping”.
El lugar era algo asì como el patio de una casa, que estaba totalmente ocupado por carpitas de todos los tamaños, y era imposible que nuestra gordita entrara allì.
Entonces empezamos a pensar en buscar un hostel, como de costumbre el de arriba otra vez nos llevò a tocar un timbre en el Hostal Victoria.
Dani arreglò con la señora y sin desembarcar nuestro equipaje nos fuimos a conocer la famosa “zona franca” de la que todo el mundo nos hablò, incluida la empleada de la Aduana Argentina, total vamos y venimos pensamos………
Si la cosa venìa de sorpresa en sorpresa no se imaginan ustedes la que recibimos cuando divisamos la “zona franca”. Efectivamente este lugar es algo asì como un parque industrial, por la cantidad de galpones, o depòsitos con sus respectivos lugares de atención al pùblico. Un Shopping muy grande, dos hipermercados, y varios otros de automóviles, alimentos, muebles, ropas, etc, etc.
Nosotros imaginabamos que como en Ushuaia lo de la zona franca se limitarìa a un par de negocios de venta de perfumes, whisky, cigarrillos y todo lo que podemos encontrar en negocios de tipo todo por $ 1 ¿se acuerdan?
Pero nos encontramos con algo muy grande, con estacionamientos por todos lados, y con negocios que para recorrerlos en su totalidad nos tomarìa una semana.
Entramos al Shopping y comenzamos a caminar, uy, hay de todo, cosas electrònicas, de camping, ropa, perfumes, como un free shop enorme.
Los precios variaban de acuerdo al rubro y habia cosas realmente màs baratas, como los LCD pero otras que tienen poca variante con respecto a los precios normales.
Recorrimos un poco porque estabamos cerca de la hora de cierre, comimos algo allì mismo y nos volvimos al hostal.
Una vez en el hostal nos encontramos còmodos, ya que el mismo es una casa familiar, atendida por Jorge y Gina sus dueños, personajes que han recorrido el mundo por 18 años, pasando por Brasil, España y Canadà, ya que èl es ingeniero en aeronaùtica, y desde hace 6 años han regresado a Chile para quedarse …… por lo menos por un tiempo.
En el mismo hostal estaban alojados dos equipos, uno francès y otro americano, que están participando del Extreme Raid Internacional que se realiza en las Torres del Payne en estas fechas. El recorrido es de 7 dìas como màximo que incluye actividades como, pedestrismo, ciclismo, canotaje y escalada.
Tambièn estaba alojado allì un nadador polaco Rafael Ziogro, que por tercera vez iba a intentar cruzar el estrecho de Magallanes en sunga!!!!!!
Final del dìa, una buena ducha caliente y a la cama.
Después de unos días de silencio cibernético obligatorio , por haber estado gracias a Dios en absoluto contacto con naturaleza, nos reencontramos para seguir contàndoles del viaje.
09/02
Ni bien llegamos a Punta Arenas nos sorprendimos por encontrarnos con una gran ciudad, con algo de 150.000 habitantes, más grande que Puerto Madryn, pero con pocos o casi ningùn edificio alto.
Dos cosas importantìsimas para destacar de las ciudades en Chile, el trànsito ordenado, los conductores dejando paso a los peatones, sin ruidos de bocinas, y todo el mundo respetando las normas.
A pesar de ser una ciudad con mucho movimiento turìstico, estaba amarrado en el puerto el Infinity, crucero conocido por los madrynenses, no notamos desorden ni bullicio en las calles.
Como primer destino nos fuimos a buscar la oficina de turismo para ubicarnos esa noche, el empleado que nos atendiò con mucha amabilidad nos explicò que no hay campings en la ciudad, entonces preguntamos si podìamos parar nuestra casita en algùn lado sin cometer infracciòn , y nos enviò a un lugar que habitualmente los mochileros que pasan por allì utilizan de camping.
Provistos de mapas, puntos de interès, e información nos fuimos, guiados por Lola, personaje del que todavía no les hemos hablado, en busca del “camping”.
El lugar era algo asì como el patio de una casa, que estaba totalmente ocupado por carpitas de todos los tamaños, y era imposible que nuestra gordita entrara allì.
Entonces empezamos a pensar en buscar un hostel, como de costumbre el de arriba otra vez nos llevò a tocar un timbre en el Hostal Victoria.
Dani arreglò con la señora y sin desembarcar nuestro equipaje nos fuimos a conocer la famosa “zona franca” de la que todo el mundo nos hablò, incluida la empleada de la Aduana Argentina, total vamos y venimos pensamos………
Si la cosa venìa de sorpresa en sorpresa no se imaginan ustedes la que recibimos cuando divisamos la “zona franca”. Efectivamente este lugar es algo asì como un parque industrial, por la cantidad de galpones, o depòsitos con sus respectivos lugares de atención al pùblico. Un Shopping muy grande, dos hipermercados, y varios otros de automóviles, alimentos, muebles, ropas, etc, etc.
Nosotros imaginabamos que como en Ushuaia lo de la zona franca se limitarìa a un par de negocios de venta de perfumes, whisky, cigarrillos y todo lo que podemos encontrar en negocios de tipo todo por $ 1 ¿se acuerdan?
Pero nos encontramos con algo muy grande, con estacionamientos por todos lados, y con negocios que para recorrerlos en su totalidad nos tomarìa una semana.
Entramos al Shopping y comenzamos a caminar, uy, hay de todo, cosas electrònicas, de camping, ropa, perfumes, como un free shop enorme.
Los precios variaban de acuerdo al rubro y habia cosas realmente màs baratas, como los LCD pero otras que tienen poca variante con respecto a los precios normales.
Recorrimos un poco porque estabamos cerca de la hora de cierre, comimos algo allì mismo y nos volvimos al hostal.
Una vez en el hostal nos encontramos còmodos, ya que el mismo es una casa familiar, atendida por Jorge y Gina sus dueños, personajes que han recorrido el mundo por 18 años, pasando por Brasil, España y Canadà, ya que èl es ingeniero en aeronaùtica, y desde hace 6 años han regresado a Chile para quedarse …… por lo menos por un tiempo.
En el mismo hostal estaban alojados dos equipos, uno francès y otro americano, que están participando del Extreme Raid Internacional que se realiza en las Torres del Payne en estas fechas. El recorrido es de 7 dìas como màximo que incluye actividades como, pedestrismo, ciclismo, canotaje y escalada.
Tambièn estaba alojado allì un nadador polaco Rafael Ziogro, que por tercera vez iba a intentar cruzar el estrecho de Magallanes en sunga!!!!!!
Final del dìa, una buena ducha caliente y a la cama.
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