Glaciar Grey
Dani en el rìo Serrano
La ruta
La gordi en marcha
El glaciar
Cueva del Milodòn
Asi nos recibiò el parque
Torres del Paine
11/02
Salimos de Puerto Natales a las 8, de madrugada para nuestras “nuevas rutinas no rutinarias”. Ayer hablabamos con Dani en el viaje que ya no tenemos horarios de comidas, de dormidas, de baños, de nada, de nada, hemos logrado salir de la estructura…..¡¡¡¡¡¡Bravo por nosotros!!!!!
Nos dirigimos al Parque Torres del Paine, previo paso por la cueva del Milodòn, seguramente ustedes como nosotros pensaràn y esoooooo???????????????
Bueno el milodòn es o era un animal prehistòrico, contemporaneo de los dinosaurios, cuando estaban vivos………ojo Susana!!!!!!
En esta cueva que visitamos se encontraron restos de piel que permitieron gracias a los estudios cientìficos y a que nuestro genio pròcer pionero adelantado estudioso de Francisco Pascasio Moreno llevò un pedazo a Londres donde lo estudiaron y dictaminaron que animal era o fue…..un milodòn, especie de oso que se desplaza sobre cuatro patas, pero podìa pararse en dos apoyàndose en su cola.
Posterior expediciones de “cientìficos” se robaron todo lo que encontraron y lo llevaron para venderlo a los museos europeos y a los coleccionistas.
Por suerte no se pudieron llevar la cueva que sigue en suelo chileno, aunque llevaron muchas piedras de allì.
Realmente esta visita fue impactante nunca habiamos estado en un lugar asì ni parecido, està muy bien mantenido y cuidado por la CONAF que es algo asì como Parques Nacionales.
Salimos de allì muy felices con lo aprendido y con el recorrido y su entorno, muy lindo vale la pena visitarlo.
Ya hace 30 kms que venimos sobre un ripio duro, con piedrones bochas grandes y un tremendo serrucho que nos afloja todo, la gorda pobre se queja pero no le afloja ni medio.
Llegamos al parque previo varias paradas de miradores a la Laguna Azul, el Lago Toro, y el de la Villa Serrana.
Entramos por la porterìa sur, allì una amabilisima guardafauna, post pago del arancel correspondiente de 15000 chilenos, equivalente a $ 130 nuestros per càpita nos da la charla explicativa y empezamos a programar nuestra visita al parque que calculamos va a durar unos dìas porque son muchìsimas las cosas para ver y hacer.
No alcanzamos a hacer 1 km cuando divisamos gente pescando a orillas del rìo Serrano, y hacia allì nos dirigimos, Dani preparò su caña, pusimos la camio de costadeti para mirar el rìo desde el comedor, preparamos unas pechuguitas de pollo a la plancha con arroz, comimos con un entorno incomparable, con un clima espectacular, ni frio ni calor Ante nuestras atònitas miradas veìamos saltar unos peces enormes delante nuestro, Dani agarraba la caña y salìa en su busca, pero nada, cuando se sentaba comenzaban a saltar nuevamente, jajajajajaja.
En eso vienen los carabineros, apurados guardamos cañas, no tenemos permiso, tampoco nadie nos dijo que habia que tenerlo,no hay cartelerìa y en los folletos no dice nada al respecto, pero acostumbrados a los Parques Nacionales nuestros dijimos,” uh uh estamos al horno”, guardamos ràpido lo que pudimos, pero cuando llegaron los carabineros aùn tenìamos cosas a la vista.
Para nuestra alegrìa los carabineros no solo no nos dijeron nada, sino que le aconsejaron a Dani cuales eran los mejores señuelos, le hablaron de enormes peces chinok, que sube del pacìfico, provenientes del Canadà, a desovar en el Lago Toro, es una especie de salmòn predador de las truchas porque es territorial, y aùn sin hambre ataca lo que encuentra. Se han sacado presas de entre 8 y 32 kgs.
Esto no solo fue dicho por un guìa de turismo (pensamos que como todo pescador estaba exagerando) sino por todas las personas con las que hemos charlado que sin preguntarles comentan el gran tamaño de este tipo de peces.
Finalmente como a las 4 de la tarde partimos para el Glaciar Grey. Nos habian dicho que la caminata era de 1 hora, entonces recorrimos 18 kms hasta llegar a èl. Siempre sobre el ripio àspero.
Primero pasamos por el Hotel Grey, un lugar muy coqueto, evidentemente dedicado al turismo europeo. Desde la terraza del lobby se puede ver el glaciar en toda su dimensiòn.
Desde allì nos fuimos hasta el punto de partida de la caminata, que nos sorprendiò, no solo por lo bello del lugar, sino por lo dificultoso de la misma, ya que la mayor parte del terreno es arena volcànica y pedregullo, si bien la caminata en realidad es de una hora el gasto energètico fue como el de caminar cuatro.
Muertos subimos a la camio y pensabamos hacer otro recorrido pero optamos por buscar un camping.
Fuimos al Camping Rìo Serrano que se encuentra afuera del parque, pero casi pegado a la porterìa, y nos encontramos con el mejor camping que hemos conocido en nuestra vida.
Està ubicado a orillas del rìo, cada parcela tiene ademàs de luz electrica un quincho o refugio de madera con mesa y bancos, luz interna y externa, enchufe, fogòn con aprovisionamiento de leña, un grupo sanitario de dos duchas y dos inodoros para 6 parcelas, todo de lujo, piletas para lavado de vajilla y ropa, parque de juegos para niños tambièn para compartir con pocas parcelas, tambièn iluminados, todo re lindo.
Nos dimos la mejor ducha desde que salimos de casa, vimos atardecer sobre la montaña y nos sentimos recòmodos en el lugar.
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