20 de noviembre de 2011

CRUCITA – PEDERNALES

Pasamos la noche en Manta y a la mañana siguiente nos pusimos en marcha siempre hacia el norte. Esta vez la ruta se aleja otra vez de la costa llevándonos a Portoviejo, pero de camino nos desviamos a una playa que se llama Crucita, el camino hasta allí , de aproximadamente 27 km no era muy bueno, atravesamos muchos pequeños pueblitos hasta llegar a la playa, bellísima, además casi desierta  a excepción de los pescadores artesanales . Nos encantó el lugar ¡!!!!


Es realmente Crucita La Bella



Ni trailer ni tractor, la fuerza de la comunidad


Primero las damas!!!


Retomamos la ruta , el paisaje que nos rodea empieza a transformarse en bosque tropical , las montañas nos obligan a subir, bajar y girar, pero es tan hermoso que no nos resulta pesado el camino, nuestros ojos van absorbiendo todo el verde, los colores de las flores y seguimos cruzando pueblitos uno tras otro.
Llegamos a Bahía de Caraquéz, un lugar bellísimo donde el río se confunde con el mar formando una bahía preciosa. El puerto de este lugar fue uno de los más importantes de Ecuador pero debido a la continua formación de bancos de arena debió ceder el lugar a otros puertos.
También es destacable la determinación y el empuje de los habitantes de este lugar que en el año 98 como consecuencia del fenómeno del Niño sufrieron una tremenda devastación de sus hogares por el deslizamiento de tierra producido por las lluvias. Tras esto y en el mismo año sufrieron un terremoto importante. Pero nada de esto se visualiza en Bahía porque su gente se ocupó de remozarla y ponerla otra vez en valor.



Así de prolija la ciudad!!!


Además antes para continuar la ruta hacia el norte , en Bahía se debía tomar un ferry para cruzar el río personas y vehículos, hoy cuentan con un hermosísimo puente que cubre el trayecto en apenas unos pocos minutos.
Un punto a destacar de la gestión de Rafael Correa en este país es el estado de las rutas, todas están fantásticas, en algunos lugares hay autopistas de 4 carriles (incluidas las rutas de montaña) y en todas ellas se está trabajando, la mayoría en el acabado, como pintura, banquinas, etc. Pero todas las rutas están óptimas y los poquitísimos peajes que pagamos son sumamente baratos, ninguno excede el dólar.
Almorzamos en Bahía frente al desemboque del río y después nos dirigimos a San Vicente otra población ubicada frente a la primera. Esta pequeña ciudad nos resultó más bulliciosa y con más movimiento que Bahía pero también muy prolija y linda.
Seguimos camino a Jama, siempre por el bosque tropical, pasamos a conocer la playa de Canoa, al estilo de Crucita esta bellísima playa también está habitada solamente por los pescadores artesanales y sus familias, y es tan extensa y bonita como Montañita.
Desde aquí el camino nos demoró un poco porque estaban trabajando en la ruta y además había comenzado a lloviznar, el sol nos abandonó en Salinas y no ha vuelto a asomarse.
Cuando llegamos a Jama tuvimos que hacer varios kilómetros hacia la costa para conocer las playas La División y San Pedro.
En la década del 80 en Ecuador se comenzó con la industria camaronera, se fabricaron enormes piletones de agua extraída del mar adonde se cultivan los camarones, obviamente estos piletones están diseminados por toda la costa. Los réditos rápidos que produjo esta industria llevó a que miles de productores se instalaran pero previo a ello “talaron” casi el 90% de los manglares que existían en el país.
Los manglares son árboles cuyas raíces crecen a ras de tierra formando unos con otros una especie de red que impide que el suelo se lave y a la vez se transforman en hábitat de especies acuáticas y terrestre. El desastre ecológico que se produjo es prácticamente irreversible, aunque hay muchas poblaciones que trabajan febrilmente en el recupero de estos árboles.
A mediados de los 90 un virus afectó a muchas de las camaroneras, algunas hoy siguen funcionando pero muchas de ellas fueron abandonadas por sus dueños, dejando detrás simplemente agujeros en la tierra.
NO solamente en Ecuador hay camaroneras, también las hay en el norte de Chile y en Perú, pero en estos casos simplemente están hechas sobre el desierto, ya  que no hay vegetación de ningún tipo en los alrededores.
Hacemos aquí este comentario porque cuando pasamos por la costa de Jama pudimos ver muchas de estas camaroneras abandonadas.
Llegamos a Pedernales todavía con la luz del día, buscamos la costa y caminando nos pusimos  a buscar un lugar para dormir. El malecón de Pedernales es lindo, con pequeños negocitos de cafeterías o restaurantes, la ciudad en cambio no tiene nada destacable.
Finalmente conseguimos un lugar para dormir con la Gordi, un Hostal que se llama La Ola , en el hermoso patio interno durmió ella y nosotros en una habitación muy linda, disfrutamos del baño y del ventilador. Este hostal tiene además una  cocina enorme solamente techada sin paredes que puede ser usada por los viajeros. El joven que nos atendió, Andrés ,  fue sumamente amable y servicial, no solamente nos asesoró sobre lugares a conocer sino que se interesó por nuestro viaje y mantuvimos una charla muy amena.

La vaga en la playa y a la sombra


Atardecer




Otra vez en Pedernales nos tocó ver un río embotellado y contaminado y el olor se sentía en todo el pueblo. Hasta el agua que sale de las canillas tiene olor. Una pena.
Nosotros habíamos empezado a notar en la ruta que frente a las casitas, modestas en su mayoría se acumulaban bidones de todo tipo a la espera del paso del aguatero. ES increíble que en un lugar tan verde, húmedo, surcado por muchísimos ríos, el agua no sea potable. Esta será una importante tarea a emprender por el gobierno de Correa, aunque el estado de los ríos no es reciente, es consecuencia de la desidia de muchos años.

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