CARTAGENA

Viernes 25 de noviembre

Otra vez amaneció lloviendo, nos ponemos en movimiento tranquilos y nos preparamos para partir a Cartagena.

El viaje hasta allí fue sin mayores inconvenientes, y si bien el tránsito se iba intensificando a medida que nos acercábamos a la gran ciudad tuvimos la “suerte” de que la Gallega reconociera la ruta. Cuando ya estuvimos en la entrada llamamos por teléfono a Luis Ernesto La Rota el agente naviero que nos recomendara nuestro amigo viajero Carlos Rotundo.

Quedamos en encontrarnos en su oficina a la tarde. A pesar de que teníamos tiempo de sobra preferimos buscar la dirección con tranquilidad, y sobre todo para encontrar donde estacionarnos. Llegamos bien a la zona llamada la Manga, cercana al puerto, adonde se encuentra la oficina. Pero no pudimos encontrar al Sr La Rota, igualmente fuimos amablemente atendidos por su hijo y por Doralba una simpatiquísima joven que hasta nos ubicó un hotel donde pudimos estacionar la Gordi , con conexión eléctrica y wi-fi, este lugar se llama Bellavista, no es de lo mejor y es una lástima porque tiene espacio y está sobre la Av Atlántida frente al mar.

Luis Ernesto y Sonia, su esposa, vinieron a vernos al hotel donde acordamos sobre el cruce de la Gordi a Panamá para aproximadamente el 15 del mes de diciembre. Quedamos en comunicarnos via mail para conocer la exactitud de la fecha y cualquier novedad que surgiera.

Esa noche otra vez llovió y ambos pensamos en nuestros hijos Maxi, Romina, Ramiro y Eliana que estaban en Margarita (tan cerca y tan lejos ….) y pedíamos que no lloviera allí como aquí ya que ellos tenían apenas una semanita de vacaciones. Entonces nos pusimos a sacar cuentas sobre el día en que los chicos saldrían de Caracas a Buenos Aires y casi al mismo tiempo nos dijimos:…. Y si vamos????

Y allá nos pusimos a la mañana siguiente en marcha hacia Caracas…….

VENEZUELA

Sábado 26 de noviembre

Dejamos Cartagena a la mañana temprano, la ruta estaba buena aunque de a ratos llovía pero es tan hermoso el paisaje que nada ni aún la lluvia logra opacarlo, llegamos a la frontera Maicao, del lado colombiano hicimos rápidamente el trámite de salida nuestro y del vehículo. (recordar llevar siempre fotocopias de todos los papeles, una fotocopia puede transformarse en un problema por estos lados).

Del lado venezolano , Paraguachón, otra fue la historia, al aproximarnos nada más divisamos una larga línea de vehículos, de como 1 km de largo, la cola se movía muy lentamente , entonces nos turnamos con Daniel para hacer los trámites de migración, otro garrón ya que había un solo empleado para atender a toda la gente. Finalmente después de una hora llegamos al puesto solo para que nos indicaran que teníamos que seguir unos kilómetros más hasta la aduana.

ALGUNAS POSTALES RUTERAS

Así la frontera!!!

Así la ruta!!!

La llegada a la aduana empezó a darnos una idea de lo que nos esperaba, el camino destruido, lleno de agua y de pozos, simplemente en algunas partes el agua corría de un lado a otro tapando totalmente la ruta.

Cuando llegamos a la aduana, que nos parecíó lejana aunque estaba solo a 3 kms nos esperaba la sorpresa de que ya no atendían porque eran más de las 4 pm……………. Por suerte uno de los empleados tuvo la deferencia de atendernos aunque a “su tiempo” y ya aquí nos dimos cuenta que los venezolanos tienen “sus tiempos”. Bueno que al final entre el agua y la velocidad del aduanero se nos hizo la noche. Nos parecíó temerario continuar el viaje por una ruta rota, desconocida, con lluvia y de noche, entonces hablamos con el atento empleado y nos dio permiso para estacionar la Gordi a un costado del edificio, pero del lado de afuera.

Allí pasamos esa noche inolvidable, rodeados de guajiros contrabandistas de cualquier cosa, especialmente de gasolina de Venezuela a Colombia. Según todos los colombianos y venezolanos los guajiros son los más peligrosos del país, no hay que meterse con ellos y mucho menos mirar a sus mujeres que visten túnicas hasta los tobillos, ellos no reconocen frontera alguna, pero en verdad nosotros no fuimos molestados ni asediados por nadie.Solo nos agobió el calor tremendo y la lluvia que lejos de parar era cada vez más fuerte.

Domingo 27 de noviembre

Antes de que amaneciera ya estábamos listos para salir del lugar, cuando corrimos las cortinas descubrimos que la Gordi estaba en el agua y que la ruta estaba cubierta, pero vimos que pasaban algunos carros (no muchos) así que decidimos encarar el camino.

Los primeros 25 kms fueron realmente terribles, al punto que encontramos gente con el agua a la cintura que indicaba a los coches por donde pasar, ya que de no conocer el lugar era probable terminar con la trompa hundida en un pozo sin fin.

Después lentamente la ruta fue mejorando y pudimos llegar a Maracaibo temprano, como habíamos subido a un policía que nos pidió un aventón sorteamos rápidamente la ciudad , antes de salir cargamos combustible .

NO SE PUEDE CREER EL PRECIO DEL GASOIL, no nos dá la cabeza para sacar el precio del litro en dólares, ya que aquí 70 litros nos salieron 3 bolivarianos, o sea $1,50 argentinos. No existe!!!

Ese día Daniel manejó 13 horas sin parar, solamente nos bajamos de la Gordi para comprar algo de comer y seguir viaje, la intención era llegar de día a Maracay distante unos 70 kms de Caracas y hacer noche ahí, pero nos volvió a ganar el tráfico loco de Venezuela, a pesar de que la ruta es mayormente autopista entre las paradas de la policía y los atascos de vehículos otra vez la luz nos abandonó. Jugados como estábamos entre llegar de noche a Maracay y llegar de noche a Caracas optamos por lo segundo y le pusimos Aeropuerto a la Gallega. Interminable la entrada a la ciudad!!!

Finalmente llegamos al aeropuerto felices, convencidos de que allí íbamos a encontrar internet, carga para los teléfonos y comida, pero no , nada de eso había, los negocios estaban cerrando y solo pudimos comer unas arepas al paso y nos fuimos a dormir a la Gordi en el estacionamiento.