PANAMA

Domingo 18 de diciembre

Ayer a la noche la Gordi  salió rumbo a Panamá, hoy lo hacemos nosotros en un vuelo de Copa Airlines que sale a las 13 hs.

AEROPUERTOS CARTAGENA – PANAMA

Obviamente nuestro último día en Cartagena nos despidió con SOL, es fija que cuando nos vamos el tiempo mejora.

Daniel aprovechó el sol de la mañana y se dio un buen baño de mar frente al hotel. Preparamos las mochilas y nos despedimos de la gente del lugar, especialmente de Adriana, la “múltiple”, que es la persona a cargo de “todo” en hotel, de las mucamas, del restoran, de la recepción, etc, etc. Adriana ha sido muy generosa permitiéndonos usar su impresora particular para imprimir los tickets áereos y facilitándonos algunas otras cosas durante esos días de “patio” en el hotel.

Nos tomamos un taxi hasta el aeropuerto, dilapidamos en pavadas (no había para más) los últimos colombianos que nos quedaban y entramos al pre-embarque. El avión salió con 15 minutos de retraso, pero se nos hizo corta la espera ya que nos encontramos allí con una familia cordobesa, un matrimonio joven con dos niños tremendamente movedizos, que venían del Decameron de Barú, y por supuesto ellos tenían una visión diametralmente opuesta de la que teníamos nosotros de la isla, ya que disfrutaron de la playa y de la paz que les dió el estar en un hotel 5* con seguridad,  que impide que se acerquen a ellos los vendedores, masajistas y  demás trabajadores playeros.

El siguiente dato es para los viajeros, hicimos la compra del boleto por internet, así como el check-in y no tuvimos ningún problema con migraciones ni de Colombia, ni de Panamá. Aclaramos esto porque sabemos por nuestro viajero/referente Carlos, que las autoridades de migraciones exigían el boleto ida y vuelta para entrar en Panamá, con este sistema nosotros pudimos subir al avión sin ningún inconveniente, salvo que me olvidé de mandar en la Gordi las tijeras  Y LAS TUVE QUE DEJAR, snif, snif, snif. (por eso no le puedo cortar el pelo a Dani)

El vuelo fue sin inconvenientes a pesar de que el cielo se mostraba amenazante, nos pareció muy corto, no alcanzaron a servir el refrigerio que ya estábamos comenzando el aterrizaje. Pero al llegar estuvimos más de 30’ adentro del avión parado porque se había roto algo de la puerta de entrada al aeropuerto, eso sí que resultó molesto , la mayoría de los pasajeros tenían conexiones con otros vuelos  y estaban muy nerviosos.

PANAMA CITY

Nos tomamos un taxi-colectivo, compartiendo el gasto con un joven japonés , el taxi nos salió 11 u$s por persona (la distancia entre el aeropuerto y la ciudad es considerable) y nos dirigimos al Hotel Bellavista, que se encuentra en el barrio del mismo nombre, sobre la calle Perejil  N° 31, esquina con la Vía España. El hotel está bien, es cómodo, con aire, TV, y wi-fi.  Como ya estábamos sobre la fecha de las fiestas nos salió u$s 40 la habitación doble. Lo mejor del hotel?   Sin dudas María, la recepcionista, que nos atendió todo el tiempo con una enorme sonrisa, siempre atenta y dispuesta a colaborar. Gracias María por todo, sabemos que vas a leer este blog, te esperamos por Argentina.

La predisposición de María y su simpatía fueron un fuerte contraste con la atención que recibimos en otros lugares, donde la gente no parecía feliz de “recibir turistas”, ni de tener que explicar acerca de los productos que tenían a la venta, nos pasó en un restaurant a la vuelta del hotel (España ), en el mall y en varios lugares más.

Con María del Hotel Bella Vista

Pero como no hay mal que por bien no venga, como fuimos mal atendidos en el España nos fuimos a comer en el hotel de al lado del nuestro, el Euro Hotel y comimos de primera y muy barato, y además había otra María muy atenta y simpática.

Esa misma tarde-noche nos fuimos en un taxi a conocer el Mall Albrook, aparentemente famoso por sus precios y marcas, y resultó ser un gigante magnífico donde su puede comprar cualquier cosa que se les ocurra, lo que no tuvimos en cuenta fue que estamos próximos a la Navidad por lo que nos encontramos con un lugar atestado de compradores ávidos por conseguir el “regalito navideño” mientras nosotros pretendíamos pasear y mirar, no fue posible, al poco rato desistimos, y nos volvimos al hotel. Este mall está cercano a la terminal de buses.

Nuestra primera impresión de Panamá es de una ciudad con enormes rascacielos , altos y delgados, como si pugnaran por tocar el cielo con sus antenas, sobre una hermosa bahía de mar calmo. Entre todos los edificios se destaca uno que vimos de camino desde el aeropuerto, al que los panameños  llaman el “tornillo” que es propiedad de unos árabes y tiene una extrañísima forma que lo ha convertido en un punto de atracción turística.(va foto)

Pero esto fue nuestra primera impresión, que como ya hemos aprendido a lo largo de nuestro viaje, suele no ser lo que realmente es, así que esperaremos a conocer un poco más de esta luminosa ciudad.