CARACAS

Lunes 28 de noviembre

Gracias a la genia de nuestra nuera Vanina pudimos obtener crédito para el celular y a la otra genia de la tía Checha que se pudo comunicar con los chicos pudimos saber que llegaban a Caracas al día siguiente, así que nos fuimos a Macuto, un barrio cercano al aeropuerto en búsqueda de “aire acondicionado” para poder dormir un poco, conseguimos un hotel sencillo, con lo básico y bien atendido, a media cuadra del mar , enfrente a la Plaza de las Palomas o Andrés Mata. El hotel se llama Plazamar.

Como el encargado del hotel,  Ricardo, nos dijo que estábamos a pocos metros de la playa ilusionados bajamos con nuestros trajes de baño , nos encontramos con el mar allí cerquita pero era tanta la basura y  la gente vagando en los alrededores que se nos fueron las ganas de tirarnos al mar. Recorrimos el malecón, que es un bonito lugar, con una generosa arboleda y bastante amplio, pero daba pena ver el estado de todo allí.

Sobre esta costanera hay varios lugares de comida, paramos en uno a almorzar, nos resultó caro, aunque solo comimos una pizza con gaseosa, así que nos fuimos a dormir una siesta placentera al run run del aire acondicionado.

Uno de los muchísimos y extensos túneles de Caracas

Espíritu Navideño

Playa de Macuto

Restaurant 5* de Macuto

La otra cara de Caracas

Esa tarde conocimos los primeros venezolanos agradables desde nuestra entrada al país, el primero Marcos, un simpático joven que nos vió tomando mate en la plaza mientras rebuscábamos en la Gordi los regalitos para los chicos y nos pidió un mate, …. Comienzo de una lindísima charla sobre el país, la política, los jóvenes, etc, etc. El segundo es Fermín, guardaparque nacional, dueño del estacionamiento donde durmió la Gordi. Este señor dedicó varios ratos de su tiempo para indicarnos caminos y lugares a conocer en el país, con mucha amabilidad y docencia. Y también nos contó que ese fin de semana un grupo de vecinos se iba a juntar para armar una cuadrilla de limpieza del malecón y la playa. Aleluya, ojalá se cumpla.

EL ENCUENTRO

Martes 29 de noviembre

La ansiedad ganaba la jugada y a pesar del aire acondicionado nos despertamos temprano, fuimos a desayunar a la Gordi  y allí otra vez nos encontramos con Fermín, que mapa en mano siguió dándonos consejos y rutas.

Nos resultó fácil llegar al aeropuerto, sabíamos que los chicos debían arribar aproximadamente a las 9 de la mañana, pero sobre vendieron su vuelo y estaban varados en Margarita, por suerte pudieron conseguir otro aunque unas horas más tarde. Finalmente casi sobre el mediodía llegaron los cuatro. Que alegría sentimos, cada minutito juntos fue un enorme placer, nos abrazamos, nos mimamos, intercambiamos todo lo que pudimos de las vivencias del viaje, tanto ellos como nosotros. Se nos pasó rapidísimo el tiempooooooooooo, queríamos detenerlo pero se fue. A la 1:30 ya tuvieron que entrar en el pre embarque para su regreso a casa.

Que felicidad!!!!!

Nos despedimos sin ganas, pero bueno, aunque cortito el rato valió la pena, nos costó un tiempito reaccionar  y retomar el viaje, quedamos como en Off, nos subimos a la Gordi, agarramos la Lonely Planet y a planear el derrotero.