Miércoles 24 de junio
La frase que encabeza esta entrada no es nuestra, algún
viajero nos la dijo alguna vez, pero nunca mejor recordada que este día que les
voy a relatar.
Despertamos en el estacionamiento de Walmart, de la ciudad
de Hinton. Cargamos combustible y salimos a la ruta 40, llamada ruta escénica a
Alaska.
La ruta muy bonita, realmente mucho verde, árboles a ambos
lados y poco transitada, hicimos 80 kms aproximadamente y necesitamos
detenernos para utilizar nuestro baño pero no había banquina para hacerlo, entonces
divisamos una entrada hacia nuestra izquierda, Daniel encendió el guiño y se
dispuso a girar para detenernos allí, y en ese instante, no sabemos de donde
apareció una camioneta que intentaba sobrepasarnos y nos embistió.
Como explicarles lo que sentimos, en un segundo nos
encontrábamos en la banquina, con nuestra camioneta rota, la otra parada como a
200 mts, fue horrible, lo primero que hicimos fue constatar que estábamos ambos
bien, sin golpes y bajamos corriendo a ver al otro conductor, afortunadamente él
tampoco nada se hizo, allí mismo nos abrazamos los tres para celebrar la vida y
después empezar a ver que daño había en ambos vehículos.
Nosotros teníamos todo el frente del lado izquierdo
desarmado y abollado, el paragolpes doblado hacia adelante y la cubierta
reventada, él todo el costado derecho pero sus neumáticos estaban en
condiciones, el vehículo arrancaba y se desplaza sin problemas.
Como describirles lo que fue comunicarnos con Eric, ese es
su nombre, Intentó hablar por teléfono pero no había señal, así que
intercambiamos los datos del seguro, sacamos foto a ambos vehículos y por señas
acordamos que él iría a buscar señal de teléfono y llamaría a nuestro seguro y
a mi prima Daniela a Las Vegas para que desde allí nos tramitara un remolque
para llevarnos a algún sitio.
Impotencia total, mi teléfono de Argentina, al que intenté
activar ni bien sucedió el accidente no funcionaba, aparentemente Movistar no
tiene roaming con Canadá, creo, porque no he vuelto a intentarlo, el prepago
que compré en USA no funciona aquí, o sea, en manos de la buena voluntad de
Eric para ayudarnos.
Y así lo hizo, fue hasta un lugar con señal, dio aviso a la
policía y como no pudo hacerlo con nuestro seguro ni con prima regresó, me
llevó con él hasta el sitio y desde allí pude comunicarme con su teléfono con
Daniela y pedirle ayuda.
Mientras tanto Daniel en el lugar del accidente luchaba para
cambiar la cubierta reventada y ver si la camioneta podía desplazarse. Cuando
regresamos ya la estaba sacando de la banquina y gracias a Dios la Argentina se
movía, pero solamente para adelante ya que la reversa no entraba.
Despacio fuimos por la ruta hasta Hinton nuevamente, lo
primero que hicimos fue ir a realizar la denuncia a la Policía, teníamos la
dirección que nos había dado Eric, se la pusimos al GPS y llegamos al lugar.
Por supuesto nadie hablaba español, así que con mi Tablet en
mano comenzamos el relato, en ese momento aparece una señora joven que
amablemente se ofreció a tomarnos ella la denuncia, salió del otro lado del
mostrador y se sentó a nuestro lado, con toda la paciencia del mundo esperaba a
que yo escribiera en el traductor lo que intentábamos contarle y fuimos juntos
los tres armando lo sucedido en inglés. Cuando terminamos, entregamos nuestra
documentación, le sacaron copia, igual que a la exposición y una policía
uniformada fue hasta la camioneta a constatar el daño.
Nos dieron una especie de sticker para poder desplazarnos
con la camioneta en esas condiciones hasta que pudiésemos arreglarla. Excelente
la policía!!!!!
Que hacer? Regresamos al Walmart a utilizar internet para
comunicarnos con el seguro y con mi prima.
Primer noticia, a Daniela el seguro no le tomó la denuncia,
o sea jamás nos hubieran ido a buscar a la ruta, menos mal que la Argentina nos
trajo de regreso.
Hablamos al seguro por skype, nos tomaron todos los datos,
nos hicieron dos millones de preguntas y finalmente nos dijeron,….”deben
esperar hasta mañana a las 5 de la tarde que se les nombrará un representante
que se hará cargo del tema”. Cabe aclarar que nosotros tenemos seguro de cobertura
total pensando precisamente en el “auxilio en ruta”
Que más hacer? Solo nos restaba esperar, esa noche volvimos
a dormir en Walmart, pero esta vez muy apenados.
Jueves 25 de junio
Nos despertamos decididos a hacer algo, no podíamos estar en
el estacionamiento de brazos cruzados esperando. Intentamos llamar al seguro y
ni bien poníamos el número de reclamo como nos indicaba la máquina nos pasaban
a una larga espera de “nuestros representantes están ocupados rápidamente lo
atenderemos” o sea nunca. Entonces otra vez recurrimos a Daniela para pedirle
que llamara a quien nos había vendido la póliza y que intentaran averiguar que
pensaban hacer con nosotros y si el representante ya estaba nombrado.
Después de un par de horas de espera, mi prima logró el
nombre de la representante , su teléfono y su mail. Habló con ella
personalmente y la respuesta fue que necesitábamos un número telefónico para
que nos llamara, como no lo teníamos nosotros la llamamos a ella por Skype y por intermedio de un servicio de
traducción (tercerizado) nos comunicamos, utilizando tres traductores
diferentes ya que la señal se cortaba y de debíamos re llamar. Nosotros en
Hinton, Canadá, la representante del seguro en Ohio y el/los traductores vaya
uno a saber en que punto del planeta se encontraba.
En resumen para no aburrirlos, soluciones: 1) esperar una
semana en el lugar para que ellos mandaran un perito desde USA ya que no tienen
convenios con compañías de Canadá, 2) hacerle los arreglos necesarios para
movilizarnos hasta Alaska o USA de regreso, pagados por nosotros y ellos los
reembolsarían, 3) si el daño de la caja de transmisión y de poner en
funcionamiento la camioneta era superior a u$s 1000 que la dejáramos en algún lugar de Hinton, alquiláramos un
vehículo para regresar a USA y la declararían destrucción total.
Ante este panorama nos pusimos con Daniel a escribir con el
traductor lo que necesitábamos hacerle a la camioneta y nos pusimos en camino a
la búsqueda de un taller mecánico.
El primer lugar adonde paramos era un RV Service, pero allí
solo había rodantes y cuando estábamos pegándonos la vuelta salió una señora,
me acerqué a ella para preguntarle, le entregue nuestra traducción y a partir
de allí todo fue increíble!!!!!
Aldona, es el nombre de esta mujer excepcional, que tomó
nuestro cuaderno y nuestro problema como si fuera de ella, comenzó a llamar por
teléfono a todos los talleres que conocía, nos condujo hasta la Chevrolet
adonde los mecánicos descubrieron que el tema de la reversa no era daño de la
caja, sino que la batería con el golpe se había desplazado y estaba aprisionada
por la chapa hundida contra el varillaje de la caja.
De allí nos llevó a un taller de chapería, como ya era hora
de cierre, el dueño miró la camioneta y prometió atenderla al día siguiente, no
obstante llamó a uno de sus empleados Abdiel que habla español para que nos
hiciera de intérprete. Este joven salvadoreño nos invitó a su casa a dormir, le
agradecimos la invitación no queríamos molestar asi que nos quedaríamos a
dormir en nuestra camioneta frente al taller.
Aldona se despidió de nosotros prometiendo volver y vaya que
lo hizo!!!
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