Después de despedirnos de los chicos en Puebla, ellos partían al trabajo y nosotros a seguir camino, pusimos rumbo a Teotihuacán.
La idea era llegar al trailer park del que nos habían hablado otros viajeros, dejar allí a la Gordi e irnos a México DF para iniciar los trámites de la visa a Canadá.
Llegamos sobre el mediodía al Trailer Park Teotihuacán, ubicado a solo dos cuadras de la plaza central y no habia nadie allí, solo dos motorhomes muy cerradas y tapadas, golpeamos y tocamos timbre y nadie salía así que abrimos el portón y entramos. Ubicamos a la Gordi y almorzamos mientras esperábamos que llegara alguien.El lugar es muy bonito con mucho césped, de hecho es todo césped, sobre el fondo asoma el campanario de la Iglesia Catedral, sus campanas suenan cada hora, al principio resulta pintoresco pero después de unos días se tornan pesaditas.
Sobre las 3 de la tarde apareció Mina, la dueña del trailer park, la que sin duda merece un capítulo aparte en nuestro relato.
Esta señora, casi de nuestra edad, es un personaje que con el correr de los días se nos hizo entrañable y por la que sentimos un tremendo afecto. Tan pero tan servicial que casi sin conocernos nos hizo entrar a su casa para mostrarnos los mapas de DF, los recorridos de los metro y metrobus, en fin todas las informaciones necesarias para movernos sin problemas por ese tremendo monstruo cosmopolita. Su hija Karina también participó de nuestra "clase de moviéndonos en DF", e hizo importantes aportes sobre combinaciones.
Después de recibir todas las instrucciones nos despedimos de ambas y nos fuimos a tomar el autobus para la gran ciudad.
En poco menos de una hora estábamos en un sitio llamado 18 de marzo a la entrada de DF, desde allí cruzamos una autopista para llegar al Metrobus, hasta una estación donde lo combinamos con el Metro (subte para nosotros) y finalmente llegamos al Zócalo (plaza central). Mochilas a cuesta fuimos hasta el hostel que habiamos contactado por internet y que no vamos a recomendar en este blog porque no fue de nuestro agrado, que queda a pocas cuadras de la plaza.
Cuando nos "sacamos las mochilas de encima" nos fuimos a recorrer el centro histórico (las fotos de DF irán en otra entrada exclusiva de esta ciudad).
Al día siguiente tempranito, apenas amaneciendo, nos tomamos un taxi hasta la Embajada de Canadá. Faltaban dos horas para que abrieran y éramos los únicos en la puerta, a pesar de eso, y de que estaba fresquito no nos dejaron entrar al lobby del edificio, tuvimos que esperar afuera y parados hasta las 9 de la mañana.
Cuando finalmente ingresamos la atención fue rápida, fría y precisa, todos los instructivos y formularios en inglés o francés, nos pedían detalles de los trabajos hasta de nuestros hermanos e hijos, por supuesto de nosotros, cuanto dinero teníamos, que cuentas bancarias, etc, etc, y todo en inglés. Tuvimos que terminar de completar el formulario de solicitud que nos habia quedado incompleto porque al ingresar los datos a la máquina si la respuesta no entra en sus parámetros no la toma, por ejemplo; lugar donde van a hospedarse.... cuando pretendiamos poner : en nuestra motorhome, la máquina no permitía el acceso. Para agregar este dato tuvimos que pagar por el uso de la PC. De más está decir que el llenado de las solicitudes nos resultó estresante ya que lo hicimos con el traductor de google.
El resto de los formularios los tuvimos que llenar allí y cuando nos trabamos porque no entendíamos bien el texto y quisimos preguntar nos contestaron "para ayudarlos tienen que contratar los servicios de nuestros asesores" o sea más dinero.
Finalmente terminamos de completar todo lo que nos pedían, pero lamentablemente no pudimos aportar nada más que fotocopia del título de nuestra Gordi, nuestros documentos de ingreso a México y los pasaportes sellados por las 16 anterior fronteras, como para que quedara claro que eramos viajeros no migrantes, no teníamos con nosotros otros papeles ya que hace 7 meses que estamos fuera de casa, también esto lo pusimos en una nota que elaboramos. Terminado esto pasamos a la entrevista personal con un empleado al que no hubo forma de hacerle comprender que dejar nuestros pasaportes en la embajada significaba para nosotros estar "indocumentados" en México, ya que el pasaporte es el único documento válido para los extranjeros.
Cuando nos dijo que eran 7 días hábiles mínimo casi desistimos de pedir la visa, pero ya llevabamos gastado tiempo y dinero en este trámite y decidimos seguir adelante con mucha bronca.
Cuando salimos de la embajada estábamos como agotados pero aún nos restaba otro trámite, la Embajada Argentina y nuestros certificados de supervivencia.
Nuestra Embajada está en uno de los barrios más lindos de México, en las Lomas de Chapultepec, la casa donde funciona es sencilla y señorial, sin ningún lujo ni alarde, frente a ella está el consulado donde finalmente teníamos que hacer el trámite.
No se imaginan el enorme placer que fue escuchar "hablar en argentino" ni siquiera nosotros nos habiamos dado cuenta de como lo extrañabamos. La cuestión llevó pocos minutos de espera y muchos de charla, tanto con los empleados ,en especial Roberto que fue sumamente atento, como con los argentinos que estaban allí haciendo gestiones, fue un rato muy lindo. Nos fuimos de allí con un planito detallado de buses y combinaciones que nos llevaron a destino.
Regresamos al hostel donde habiamos dejado nuestras mochilas , pensábamos mudarnos de hotel y seguir recorriendo DF pero caímos en la cuenta que al día siguiente comenzaba la Semana Santa, que el lugar estaría lleno de gente, que estábamos sin documentos, etc, así que nos volvimos a Teotihuacán a dormir en nuestra casita.
Cuando MIna nos vió de regreso al día siguiente se sorprendió y cuando le contamos nuestra experiencia se preocupó porque como ella dice: "yo quiero que mis huéspedes se queden por placer y no por obligación en mi trailer park" a lo que nosotros respondimos que "seguramente para nosotros sería un placer descansar unos días en este lugar".
La casa de Mina y Karina |
La verdad fue tan lindo compartir con Mina, Karina y Darien y Roberto sus nietos esos días que podemos decir sin lugar a dudas que nos sentimos parte de la familia.
Querídisima familia de izquierda a derecha: Karina, Darien, Mina y Roberto |
Dani y su guardaespaldas Solovino |
Hasta nos invitaron a pasar un día con unos amigos en un country en el que Dani pudo tirar pelotas en el driving, almorzamos allí mientras los chicos jugaban en la pileta o andaban en bicicletas, fue un día muy lindo.
El día aniversario de la muerte de Zapata por la puerta del camping pasaron desfilando jinetes ataviados con sus ropas típicas y acompañados con música bien mexicana, muy pintoresco.
Otra característica única en México son las bombas de estruendos y los fuegos artificiales, siempre hay una ocasión para su detonación, todos los días "celebran" algo y en todos los pueblos que hemos recorrido es igual.
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