9 de marzo de 2012

CHICHEN ITZA

Lunes 5 de marzo

Como parece ser que lo marca la regla no escrita es Lunes y corresponde comenzar con lo que no nos gusta hacer. Ejemplos; iniciar la semana laboral, comenzar la dieta, etc, en nuestro caso nos toca dejar Islas Mujeres.
La verdad nos vamos con pena, la hemos pasado de primera en este lugar, pero debemos continuar con nuestro viaje, ya llevamos un mes en México y apenas hemos hecho 1/4 parte de lo que tenemos planeado. Hay tanto para ver, conocer y disfrutar en este país que nos cuesta escoger cual lugar si y cual no.
Así que allí vamos, en el transbordador de las 9 :30 de la mañana nos volvimos al continente y sin paradas pusimos proa a Chichen Itzá, pasamos por Cancún y seguimos derecho. La ruta está muy buena, algo transitada, fuimos por la libre de peaje y no tuvimos ningún inconveniente. Llegamos a las puertas de Chichen a las 14 horas.
Impresionante la cantidad de gente que habia en la entrada haciendo cola para comprar los ticktes, que son dos, uno del gobierno federal y otro del municipal, así que nos dividimos uno para cada fila y asi logramos acelerar el trámite.


 Una vez adentro nos sorprendió la cantidad de puesto de artesanías que practicamente bordean todo el recorrido. Obviamente tenés que ir diciendo "no gracias" todo el tiempo porque si te parás a mirar algo corrés el riesgo de que te cierren el parque sin haber avanzado.






Ni bien cruzás la puerta de acceso te encontrás con el templo tal vez símbolo de estas ruinas, El Castillo.
Este templo es en realidad un enorme calendario maya de piedra, tiene cuatro caras, divididas en el centro por una escalera, cada uno de los lados posee 18 terrazas que son los meses del año maya, a su vez las escaleras tienen 91 escalones cada una, que sumando el de la terraza del final, hacen un total de 365 escalones, o sea los días del año  y en cada fachada hay 52 paneles planos que representan los 52 años que conforman el ciclo ritual maya. Este 21 de diciembre termina el presente ciclo de allí que muchos especulan con el final del mundo en esa fecha, en realidad simplemente es el final del ciclo, nada habla de un apocalipsis. Cada uno de los bordes de las escaleras es a su vez una enorme serpiente emplumada que termina con su cabeza en el piso.




Lo que nos sorprendió en Chichén es la cancha del juego de pelota, la más grande que hemos visto y que es una de las 8 que hay en las ruinas.

Juego de Pelota

Otra cosa que distingue estas ruinas del resto de las que visitamos es la cantidad de piedra esculpida, tanto de las paredes, como de los bordes, que además de ser ornamentos son distintivos de cada lugar.
Entre los edificios a destacar está la Plataforma de los Cráneos, aparentemente lugar donde se colocaban las cabezas de los sacrificados.


El Caracol, llamado así por la disposición de sus escaleras, que es un perfecto observatorio astronómico.


El templo de las mil columnas, La Plataforma de las Aguilas y los Jaguares y el de Las monjas y la iglesia,  son los otros edificios destacados del conjunto de ruinas.



La iguana es de verdad!!!

El Cenote sagrado, es el accidente geográfico que dió el nombre al lugar y ´por el que se cree los mayas iniciaron allí la ciudad de Chichén,ya que creían que en ese impresionante boquete lleno de agua habitaba el dios Chac, o dios de la lluvia, al que le hacian ofrendas en metálico y en humanos.
De hecho de su fondo se extrajeron enormes cantidades de piezas de jade y oro, como así también utensillios de todas clases. Todas estas cosas fueron llevadas al exterior , muy pocas fueron recuperadas y se encuentran en el museo de México DF.


La suerte nos acompañó en la visita ya que el día estaba nublado, calculamos que caminar por este lugar en días soleados debe resultar insoportable debido a que no hay practicamente sombra.
A las 16:30 comenzaron a desalojar al público visitante. A las 19:00 hs estábamos volviendo a ingresar para ver un espéctaculo de luces y sonido donde se hace una interesante narración de lo sucedido en la ciudad desde la llegada de los mayas, hasta la invasión de los toltecas, el exilio del pueblo de la ciudad y su posterior descubrimiento.
Chichén está muy buena pero inmerecidamente tiene más "cartel" que otras que hemos visitado, tal el caso de Palenque y Cobá que nos parecieron más interesantes y están menos "maquilladas" que esta.
Finalizada la mini velada nocturna de 45' nos fuimos a dormir a Pisté, el pueblito que está a apenas 2 km de las ruinas. Cenamos pescado en un restaurant en la ruta y nos paramos a dormir al lado de la iglesia.

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